jueves, 12 de abril de 2012

Gracias



A mi familia.

A los guardianes.

A Iván y a José María.

A Isabel y a Roberto.

A Isaac, padre e hijo.

A todos mis amigos, béticos y sevillistas, tantos que no os puedo mencionar uno a uno, aunque quisiera.

A los veteranos, a los más jóvenes.

A los interesados, a los despreocupados.

A los respetuosos, a los irreverentes.

Al anfitrión.

A nuestros mayores.

A Agustín.

A Francisco Antúnez Espada y su familia.

Gracias por vuestra presencia, de una u otra forma, en la presentación de hoy.

Va por vosotros.

6 comentarios:

  1. ¿Gracias a nosotros?
    Gracias a ti por regalarnos esa obra maestra.
    Toda una apisonadora de mitos.
    Disfruta estos días tanto como nosotros disfrutamos con su lectura (aunque eso será dificil...).

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  2. Gracias a ti Enrique.

    Gracias por no permitir que una página de la historia de nuestro Club, quedase escrita de aquella manera por gente que no tienen el más mínimo respeto por la HISTORIA.
    Y nuestra historia, es la más bella que cualquier club pueda contar jamás.
    Tal vez por aquello de que... “La historia del Sevilla es limpia y diáfana, libre de toda mácula, llena de esfuerzos y sacrificios”.

    Gracias a ti Enrique.
    Muchas gracias.

    Un abrazo.

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  3. De nada.

    Somos nosotros los que tenemos que agradecer tu clarividencia para descubrir lo que había "más allá del honor", auténtico móvil de la patraña.

    Hata ahora nos habíamos quedado en la anécdota de Radio Moscú o el vicitimismo rancio, nadie se había percatado, hablo de la época actual, cuál era el auténtico meollo del probrlema.

    Pretendían, y así se dirigieron a las más altas y bajunas instancias, convertir una pretendida irreguliridad bética en un pena para el Sevilla.

    ¿Y el que destapa todo esto da las gracias?

    De nada, pero de nada, nada, nada.

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  4. Saludos.

    Gracias a tí, Enrique. Grcias.

    Gracias por no dejar que los árboles no oculten el bosque.

    Un abrazo, amigo.

    Cuídate.

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  5. Saludos.

    Gracias a tí, Enrique. Grcias.

    Gracias por no dejar que los árboles no oculten el bosque.

    Un abrazo, amigo.

    Cuídate.

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  6. Saludos.

    Gracias a tí, Enrique. Gracias.

    Y gracias por no permitir que los árboles nos oculten el bosque.

    Un abrazo, amigo.

    Cuídate.

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