jueves, 19 de febrero de 2009

El gol de Araújo anulado por Azón ¿nos privó de una liga?

Ahora que el próximo fin de semana recibimos en casa al Atlético de Madrid, creo que es buen momento para trasladaros una singular reflexión sobre aquel encuentro disputado en Nervión en abril de 1951, en el que nos jugábamos con los colchoneros proclamarnos campeones de liga.
Se trata del partido del famoso gol de Araujo anulado por Azón.
Como muchos sabéis, era la jornada final de la competición, y a la misma llegaban los dos equipos como únicos candidatos al título, con dos puntos de diferencia en la clasificación a favor de los rojiblancos.

Al Atlético de Madrid le bastaba un empate para cantar el alirón, mientras que el Sevilla necesitaba a toda costa vencerle.

La expectación era máxima y, como era lógico y natural, el viejo Nervión presentaba un aspecto impresionante, completamente abarrotado y con público incluso al borde del terreno de juego.

Actuaron como capitanes Pedro Alconero, por los locales, y Alfonso Aparicio, por los visitantes. En la foto aparecen flanqueando el juez de la contienda, el catalán Azón, con el línea Saz a la derecha (con bigote).


Los nuestros alinearon al siguiente equipo:


De pie, de izquierda a derecha, Araújo, Manolín (portero suplente), Oñoro, Domenech, Antúnez, Campanal y Guillamón. Sentados, en el mismo orden, Arza, Ayala, Alconero, Enrique y Busto.

Reaparecía, quizá prematuramente, Juan Arza y el equipo bien que notó que el navarro no estaba al cien por cien.

No obstante, nos adelantamos en el marcador, con gol de Manolo Domenech, que fue neutralizado poco después por Ben Barek, al remachar a la red un desvío de Busto a tiro de Carlsson.

Ya en la segunda parte, se produjo la jugada polémica del partido. Una internada de Ayala a banda cambiada culmina con un centro raso muy apurado al área, donde Araujo empalma por alto al techo de la red para hacer el dos a uno.

Aquí esta el disparo.

Y el centro.



Ciertamente la pelota, como [puede] parece apreciarse en las imágenes, rebasa la línea de fondo antes de ser golpeada por Ayala, pero en los jugadores atléticos, que son los mejor situados en la jugada, no se percibe ninguna reacción de protesta en los segundos inmediatamente posteriores al gol.



De hecho, si algo transmiten los jugadores visitantes, según se ve en la imagen, es la lógica desolación por haber encajado un tanto de enorme trascendencia, dado lo que se estaban jugando ambos equipos.

Según señalan las crónicas, Azón llegó a señalar el centro del campo, dando validez a la jugada.

Sin embargo, será el juez de línea Saz quien levantará el banderín, originando con ello el cruce de protestas de unos y otros que termina con la anulación del gol.


En la media hora que restaba del partido, el Sevilla no fue capaz de batir la puerta de Marcel Domingo, finalizando la contienda con el empate a un gol que hacía campeones a los madrileños.

Evidentemente, se armó la marimorena.

Todas las referencias periodísticas y bibliográficas que hemos encontrado sobre el partido indican que la anulación del gol de Araujo fue decisiva, que era el gol de la victoria en el partido y, por ende, un gol que valía una liga.

Sin embargo, desde este blog, no estamos tan seguros de que el gol anulado a Araujo fuese “el gol del título”, pues entendemos que la victoria por la mínima, ese hipotético dos a uno si el tanto hubiera subido al marcador, no habría sido suficiente para ser campeones.

Veamos por qué.

La clasificación liguera tras la penúltima jornada era la siguiente:

1. AT.MADRID. Jugados 29; Ganados 17; Empatados 5; Perdidos 7; Goles Favor 86; Goles Contra 49; Puntos 39.

2. SEVILLA F.C. Jugados 29; Ganados 17; Empatados 3; Perdidos 9; Goles Favor 78; Goles Contra 45; Puntos 37.

Efectivamente, los dos puntos de diferencia entre ambos equipos obligaban al Sevilla a ganar, dado que el empate y, obviamente la derrota, le condenaban a ser subcampeón.

El partido entre ambos rivales en la primera vuelta había finalizado con victoria del Atlético de Madrid sobre los nuestros por dos goles a uno. Esto significaba que una victoria por la mínima del Sevilla Fútbol Club en la segunda vuelta igualaría el “goal average” particular.

En el “goal average” general, el Atlético partía con una diferencia de más treinta y siete antes de la última jornada, mientras que el Sevilla tenía una diferencia favorable de más treinta y tres goles. Esto implicaba una ventaja para los atléticos de cuatro goles, imposible de voltear con una victoria sevillista por la mínima.

En ningún otro baremo clasificatorio superaba el Sevilla al Atlético de Madrid. Los colchoneros habían logrado más goles y habían encajado menos que nosotros. También habían perdido menos partidos que nosotros.

Únicamente en caso de victoria sevillista se hubiera desequilibrado un dato, el del número de partidos ganados por cada equipo, que hubiera sido en tal caso dieciocho para el Sevilla por diecisiete para el Atlético.

De lo anterior se desprende que, a salvo de que el criterio del número de victorias prevaleciese sobre el “goal average” particular y general en caso de empate final a puntos, la única manera que tenía nuestro club de proclamarse campeón en la jornada decisiva contra el Atlético de Madrid era una victoria con al menos dos goles de diferencia, que le permitiera superar a los madrileños en el “goal average” particular.

Por lo tanto, aquel gol anulado a Araujo por el árbitro Azón quizá no fue tan decisivo como siempre hemos pensado. Indudablemente fue determinante, porque además de ponernos a un solo gol de ser campeones, hubiera afectado a la moral de los nuestros –jugadores y afición- y a la resistencia de los atléticos.

Pero posiblemente no era el gol que nos daba el título de liga.

Habríamos necesitado uno más.

Nota.- Acompaño unas imágenes que me ha enviado A. Ramírez (gracias nuevamente Antonio) y que enriquecerán el post. La primera es de un artículo del mismo dia del partido donde el cronista comenta la única posibilidad para que el Sevilla ganase la liga (ganar por dos goles de diferencia). La segunda la clasificación final. Por último un trofeo que se puso en juego (por la casa Martini) al equipo con mejor averaje. Quedamos segundos.






6 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con el comentario. Deberiamos haber ganado por dos doles de diferencia, pero como muy bien indicas, habernos puesto por delante en el marcador y animados por nuestro público hubiese sido posible marcar el tercero.
    Sobre el posible gol fantasma, me remito a un post que publiqué en el voladizo;
    http://voladizodegolsur.blogspot.com/2008/11/goles-fantasma.html
    Sólo con una visión desde la linea de gol se puede opinar.
    Un saludo

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  2. En primer lugar quiero felicitarle por este interesantísimo blog.

    Yendo al tema, siento discrepar con su opinión en dos cosas.

    Primera, con la foto que nos muestra no puede asegurarse que la pelota saliera, en el blog Voladizo de Gol Sur hay un análisis muy bien hecho de un caso similiar.

    http://voladizodegolsur.blogspot.com/2008/11/goles-fantasma.html

    Segunda. Con los datos que ofrece, y suponiendo un final de partido 2 a 1 a favor del Sevilla, el Atlético acumularía 87 goles a favor por 51 en contra; para el Sevilla serían 80 y 46.

    Lo de la diferencia de goles es nuevo, hasta hace pocos años se utilizaba el "gol average" y no la diferecia de goles.

    Aunque ahora se utilicen como sinónimos, la traducción del inglés sería "pormedio".

    El "gol average" se realiza dividendo los gales a favor entre los en contra.

    En ese caso el "gol average" del Atelético sería, 1,7058, por 1,7391 del Sevilla; por tanto, la liga hubiera sido para el Sevilla.

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  3. Gracias Antonio y Cornelio.
    A este último, le doy la bienvenida al blog. Está invitado a comentar y "criticar" cuanto quiera. Sus intervenciones serán muy apreciadas. Le he seguido en la página de mi admirado Carlos Romero y créame que sería un honor tenerle por aquí de vez en cuando.
    En cuanto a los comentarios, acepto el de Antonio que ambos me hacéis, y modifico el post, indicando que "parece" que la pelota había salido al centrarla Ayala. No hay certeza de ello. En cuanto al average, la sugerencia de Cornelio no la veo tan clara. Voy a subir una reseña de prensa que me ha pasado Antonio y que redunda en mi tesis.
    Lo dicho, gracias. Seguimos aprendiendo.

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  4. Como lo que digo siempre me gusta comprobarlo, en cuanto a este tema sigo sin encontrar la fecha en la que se cambió la normativa, estoy en ello.

    De todas formas he encotrado esto en un diccionario de futbol del que acompaño el enlace que sigue:

    GOL AVERAGE: Cociente que surge de la división entre el número de goles marcados y el número de goles encajados en un torneo. Si al final de una competición dos o más equipos finalizan empatados en puntos, el gol average es uno de los sistemas posibles para definir el vencedor.

    http://www.elmundo.es/mundial/2002/diccionario/g.html

    De todas formas, mis aprotaciones pretendo que sean para aportar algo, ya sea sumando datos o "llevándole la contrario".

    Lo que queda claro es una cosa, que hemos abierto el debate del "gol avarage" y de aquí a poco tiempo todos sabremos algo más de historia de fútbol, al menos sobre esta norma.

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  5. Gracias nuevamente Cornelio. Creo que tengo en mi archivo un reglamento y algunas otras normas federativas de la época. Miraré a ver si aclaran algo sobre este tema. En cualquier caso, creo que estaremos de acuerdo en que la anulación del gol estuvo rodeada de "rarezas" y que afectó sensiblemente al desarrollo posterior del partido.

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  6. Este comentario puede parecer algo extenso, pero es interesante llegar hasta el final.

    Como el asunto del desempate, tras búsquedas infructuosas, se nos había quedado “colgado” pensé en dirigirme a una autoridad de nivel.

    ¿Quién mejor que José del Olmo?

    Don José del Olmo es Vicepresidente de la International Federation of Football History & Statistics (IFFHS). Para el que no lo sepe y resumiendo, de la forma más clara y concisa, es el ente encargado de estudiar la historia y las estadísticas del fútbol mundial, con el aval de la FIFA.

    Para todos los españoles es un orgullo que un compatriota nuestro ocupe un puesto de responsabilidad en el mencionado organismo.

    Muy amablemente ha respondido a nuestra pregunta, que transcribo íntegra, el final es sorprendente, no creo que ninguno de nosotros lo había tenido en cuenta.

    Muchísimas gracias Sr. del Olmo

    Esta es su respuesta.



    Como usted bien señala, al margen de la polémica por el gol anulado a Araujo en el último partido, en el supuesto de que el Sevilla hubiese ganado al Atlético Madrid por 2-1, ambos equipos hubiesen finalizado empatados con 39 puntos.

    En aquellos años se decidía por:

    a) enfrentamiento directo entre ambos. 2-1 en Madrid a favor del Atlético, 1-1 en Sevilla (pero estamos en el supuesto de que quedase 2-1, a favor del Sevilla, por lo que seguían empatados). Si el Sevilla hubiese ganado 3-1 hubiese sido el campeón.

    b) gol average. El cociente resultante de dividir los goles a favor por los goles en contra. También favorecía al Sevilla.


    Por lo tanto, el Sevilla CF -entonces sus iniciales tenían este orden-, dejó de ser campeón al no vencer al Atlético Madrid en el último partido.

    Como anécdota he de añadir que el Valencia CF también llegó a la última jornada con remotas posibilidades, pues tenía que esperar a que el Sevilla ganase por un gol -no por dos- y además vencer al Celta por 16-0 (!). Los valencianistas nunca creyeron en tal posibilidad y en un flojo partido incluso perdieron en casa 0-1, lo que les privó del subcampeonato.

    Un saludo,

    José del Olmo

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