Manolo Ruiz-Sosa ha muerto.
Se nos ha ido para siempre uno de los más grandes futbolistas del Sevilla Fútbol Club de todos los tiempos.
Titular indiscutible desde finales de los años cincuenta, formando con Ramoní, Pepín, Maguregui o, sobre todo, Ignacio Achúcarro (arriba en la foto), el pequeño centrocampista coriano era un compendio del buen jugar: técnico, seguro, incansable, completísimo.
Internacional en una época de terrible competencia, se mantuvo en la elite durante muchísimo tiempo, incluso tras su traspaso al Atlético de Madrid.
Posteriormente sería un notable entrenador, y en el Sevilla Fútbol Club de su alma, llegaría a compartir banquillo con Luis Aragonés, como ayudante, antes de pasar poco después a ser técnico dentro del organigrama de Monchi.
Descanse en paz.
Una gran perdida para el sevillismo
ResponderEliminarYo no tuve la fornuna de conocerlo como jugador pero si como segundo de Aragones. Grandísimo profesional y sevillista que se nos marcha a nuestro tercer anillo
Descanse en paz
POSD: Quizás debería estar viendo o escuchando a nuestro equipo en estas horas, pero he visto el gol y me he puesto tan nervioso que he tenido que dejar de ver el encuentro :D
Espero que tu blog me/nos traiga suerte
Un abrazo
Menos mal que ganamos. Ya veía yo a mi blog como gafe. Al estress del partido se me juntó el de la mala fortuna. Por Dios, no me hagas esto más. Un abrazo.
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