sábado, 21 de marzo de 2009

Con más pegada que nunca


Sí, por fin el slogan de la campaña de abonados de esta temporada se ha visto reflejado en el campo.

Y no lo digo por el número de goles, pues ya le habíamos hecho cuatro antes a Sporting, Athletic o Real Madrid, sino porque la gran diferencia entre ambos equipos la ha marcado, en mi humilde opinión, la eficacia sevillista en los últimos metros.

Eficacia personalizada en una dupla ofensiva de máximo nivel, Luis Fabiano Clemente y el Mesías de Mali, Frederik Kanouté.

Por cierto que este último ha hecho esta noche su primer hat-trick en la liga española.

Mitad inicial loca, con un Valladolid ejerciendo una presión asfixiante, gracias al despliegue físico de sus jugadores, que parecían superhombres. Mientras las pilas durasen, se antojaba difícil hincarle el diente a los pucelanos, aunque su planteamiento defensivo se veía extraordinariamente arriesgado, y seguramente vulnerable a poco que hubiese precisión en el pase interior sevillista.

Era necesario por tanto que apareciese la calidad.

Y así fue, casi a la primeras de cambio. Un inmenso Romaric, que va a más por partido, se saca de la chistera una maniobra propia de prestidigitador, perfilándose para un pase en primer plano a Navas, y cediendo sin embargo el esférico al 12 blanco, que venía libre y doblando por la derecha a la flecha de Los Palacios. El maliense acoge de zurda la bola, la prolonga unos metros a posición de disparo, y fusila al portero visitante con un derechazo esquinado al fondo de la red. Uno a cero.

Se sucede luego una fase de imprecisiones, de un ir y venir incoherente por parte y parte, hasta que gracias a una falta inexistente, que se inventa ese despropósito de árbitro que es Iturralde en el 25, Cannobio la pone de cine, para que Goitom sólo tenga que asomar la frente, dentro del área pequeña, y convertir de manera inapelable el empate forastero.

Afortunadamente, justo antes del descanso, el mejor asistente de la liga, Jesús Navas, irrumpía por su costado, centrando a media altura hacia el punto de penalty, para que, de nuevo Kanouté, dando un paso atrás para desmarcarse, y embarcando la pelota con su pierna derecha, como si de un muletazo se tratase, pusiera en el electrónico un tranquilizador dos a uno.

La segunda parte fue un auténtico paseo. Desde inicio ya parecía que el Valladolid había agotado sus fuerzas, con lo cual el Sevilla fue creciendo y madurando el partido, que ya quedaría visto para sentencia con el tercer gol local, anotado por Luis Fabiano, gracias a un fallido intento de fuera de juego de la defensa castellana, demasiado cerca del centro del campo, y a un gran pase entre líneas de Adriano, estilo Alves, que permitió a O Fabuloso controlar, comprobar que estaba habilitado por el linier, driblar a Villar y cruzar luego su disparo salvando el intento desesperado de Bea por bloquear la jugada.

Poco después llegaría el cuarto gol, en precioso cabezazo de Kanouté, tras centro medido de Navarro, preñado de toda esa plástica que sólo el Mesías de Mali puede regalarnos. El guardameta del Valladolid, Justo Villar, llegó a rozar el esférico, pero la potencia del remate del africano había doblado su mano, quedando el balón incrustado en la red.

De aquí al final, destellos inmensos de Perotti, y minutos para Crespo y la reaparición de Koné.

Victoria para la reafirmación de Jiménez, si es que hay que seguir confirmándolo semana a semana.

Y desde el punto de vista numérico, las lecturas, muchas y diversas, son todas positivas:

- Tres nuevos puntos, para sumar 54.

- Se reduce la cuenta de los puntos a obtener, de aquí al final de liga, para asegurar Champions. Nos quedan dieciocho.
- Se reduce igualmente el número de victorias precisas para el objetivo Champions. Cinco, con diez partidos por delante.

- Obligamos a nuestros perseguidores, sobre todo a los situados en zona Uefa, a cubrir unos registros realmente extraordinarios para poder desbancarnos.

El parcial que llevamos es de 16 puntos de 18 posibles en las últimas seis jornadas, 5 victorias y un empate (que también pudo ser triunfo).

Unas cifras impresionantes que, de seguir así, más que para la Champions, casi casi darían para pelear el campeonato.

5 comentarios:

  1. Saludos.

    Tengo un problema de envidia profunda, irracional... pero sana. Sanísima.

    Es la envidia de no saber hacer una crónica de un partido tal cual la haces tú y por ello, debo optar por enfocarla hacia otras cuestiones más ambiguas.

    Si alguien que no viera el partido desea saber con precisión, con detalle y fielmente lo que ocurrió en Nervión, le recomendaré que te lean.

    De camino, aprenderán muchas cosas buenas de nuestra historia.

    Gracias, amigo.

    Cuìdate.

    ResponderEliminar
  2. Vamos, vamos, que me ruborizo... Y además, que tú lo haces de maravilla. Tu blog lo sigo hace tiempo y tiene un toque especial que, al menos a mí, me gusta muchísimo. Tú sí que debes seguir así. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Pues si, con mas pegada que nunca, ya era hora de cumplir el Slogan al menos por una vez, jejeje.
    Un saludo artista y vamos a por los 30 puntos de 30 posibles!!

    ResponderEliminar
  4. Saludos.

    ¿Cómo puedo obtener tu email para enviarte algo?

    Disculpa mi torpeza si tienes un link en la página. No lo encuentro.

    Cuídate.

    ResponderEliminar
  5. Entra en mi perfil, Email, y tienes la dirección. Saludos.

    ResponderEliminar