martes, 28 de septiembre de 2010
Los Padres del Sevillismo
lunes, 27 de septiembre de 2010
Un cese, dos calvos y tres retos
sábado, 25 de septiembre de 2010
A vueltas con la escuela sevillista





viernes, 24 de septiembre de 2010
Mi desconfiado equipo

Asimismo, os animo a dejar vuestros comentarios.
martes, 21 de septiembre de 2010
A caballo desde la mina
Cambiamos el Pacífico por el Atlántico y nos desplazamos hoy, virtualmente, a una provincia vecina, y hojeamos uno de sus periódicos: “Diario de Huelva”. Estamos a 25 de mayo de 1933, jueves.
Una página de ese periódico nos dice que en la “Plaza de Toros de Sevilla”, el domingo 28, habrá una “Grandiosa Novillada”, “y presentación del notable diestro mejicano Lorenzo Garza”.
Noticia interesante si este blog estuviera dedicado a la fiesta taurina, pero no es el caso.
A nosotros lo que nos interesa es el resto de la página, una entrevista realizada por “J. GONZALEZ PEREZ”, según reza la firma. José González Pérez escribió en 1929 “Historia del Fútbol en Huelva y su provincia”, libro que fue referente sobre la historia del Recreativo, siendo uno de sus principales argumentos el de estar basado en testimonios de testigos directos de los hechos. Este libro es citado por muchos investigadores del club onubense, ya que los testimonios gozan de credibilidad.
Vayamos a lo nuestro. Tras una hermosa introducción literaria nos cuenta:

“En Río-Tinto nos esperan amigos. Siempre los tuvimos allí, y ahora uno de ellos que sabe de nuestras chifladuras por estas cosas de investigación deportiva nos ha avisado que puede presentarnos al único superviviente del once que jugó por primera vez al futbol en España. ¿Fantasía? ¿Realidad? Es cuestión de averiguarlo.
Y la camioneta e servicio público, subiendo perezosa las largas cuestas, nos va acercando, poco a poco, a Río-Tinto, donde nos aguardan”
Sigue con la exposición y nos presenta al invitado para la ocasión:

“Se llama Daniel Young.”
Tras varias cuestiones sobre el fútbol de la época se pregunta directamente:

“- ¿Cómo se llamaban los equipos?
- No tuvieron denominación alguna hasta el año en se fundó y legalizó el de Huelva bajo el título de Huelva Recreation Club. El Recreativo de hoy.
- Mientras tanto...
- Mientras tanto los partidos eran contadísimos, uno o dos al año, y jugábamos por verdadero deporte, costeándonos todos nuestros gastos, respetando al contrario como si fuera un compañero. Así aunque el futbol era más rudo que el de hoy, era a la vez más caballeroso. Tampoco nos importaba que el compañero de hoy fuera el contrario de mañana. Tanto es así que unas veces formábamos los de Río-Tinto y Sevilla contra Huelva, otras los de Sevilla y Huelva contra Río-Tinto, y otras los de Río Tinto y Huelva contra Sevilla.”
Han leído bien, un testigo directo de aquellos partidos habla de Sevilla.
“que unas veces formábamos los de Río-Tinto y Sevilla contra Huelva, otras los de Sevilla y Huelva contra Río-Tinto, y otras los de Río Tinto y Huelva contra Sevilla.”
Hay más.

“¿Sevilla ha dicho usted? No sabíamos que en aquel tiempo...
Sevilla, sí. Sevilla, Río-Tinto y Huelva fueron los tres grupos que jugaron al futbol antes que nadie en España. Las de Huelva y Río-Tinto aparecieron simultáneamente el año 81; el de Sevilla nació uno meses después. Estas tres localidades, son sin ningún genero de dudas, el germen del deporte español. Yo recuerdo haber jugado en Sevilla contra equipos españoles, alemanes e ingleses. Pocos encuentros, desde luego, porque lo dificultaba la escasez de comunicaciones de la cuenca minera. Ya usted ve si será así, que algunas veces en que tres o cuatro que los de aquí formábamos con los de Huelva en Sevilla, teníamos que salir de la Mina ¡a caballo! a las once o doce de la noche anterior al partido, y así seguíamos toda la madrugada hasta Zalamea, donde tomábamos un tren que nos llevaba hasta San Juan del Puerto para unirnos a los demás compañeros de la capital y continuar el viaje a Sevilla. ¡Figúrese usted como llegaríamos! ¡Destrozados!
Pues sí ha dicho Sevilla:
“Sevilla, sí. Sevilla, Río-Tinto y Huelva fueron los tres grupos que jugaron al futbol antes que nadie en España.”
Con la edad podrían confundirse las fechas, pero un viaje a Sevilla, en esas condiciones, es difícil de olvidar.
Esto es sólo una parte de esta entrevista, que nos va a dar para varios post, ya que contiene una serie interesantísima de curiosidades que ya les contaremos.
Esto es lo que hay.
viernes, 17 de septiembre de 2010
Le llamaban Ned (Conversaciones con un fantasma)



martes, 14 de septiembre de 2010
Será noticia para muchos
Corría el año 1891, pocos en el mundo conocían que en España ya se jugaba al football:
“Será noticia para muchos que el juego del fútbol tiene un sonoro discurrir en España.”
Un buen día, un periodista de “The Otago Witness”, decide escribir sobre la situación del football alrededor del mundo en un extenso artículo. Y habló de España:

“Será noticia para muchos que el juego del fútbol tiene un sonoro discurrir en España. Se dice (escribe un periodista de la revista “The Field”) que allá donde los ingleses se establecen, no paran hasta que introducen sus costumbres y juegos nacionales, y los ingleses en España no son una excepción. El fútbol lleva algunos años formando parte de los festejos de Navidad en Sevilla, y el club, bajo la presidencia del genial Vicecónsul Mr. E. F. Johnston, está en un floreciente estado. El sábado 27 de diciembre, el partido con Huelva, que se ha convertido en un acontecimiento anual, tuvo lugar en el hipódromo –en el que se ha obtenido un campo excelente- gracias a la amabilidad de las autoridades. Casi todos los ingleses residentes estaban presentes, y una amable representación de españoles, ansiosos por iniciarse en los misterios del fútbol, el cual, según describen los periódicos locales, es jugado sin palos ni cestas de protección. La concurrencia no tenía derecho a quejarse por la diversión que se les brinda, a pesar de que el rápido juego terminó en empate, sin que ningún bando marcase; y en verdad, lo único censurable fue la actitud de las señoras españolas, más preocupadas de las piernas y el comportamiento de los jugadores que del juego. Las defensas de ambos equipos jugaron bien, y gracias a su buena defensa, el equipo de Huelva se salvó del desastre, mientras que los delanteros Welton y White de Sevilla y Birchall de Huelva estuvieron sobresalientes. En cuanto a Geddes, de Sevilla, merece una mención especial por el dudoso honor de ser peligroso por igual con sus compañeros que con sus enemigos.”
El periódico está fechado en Dunedin (Nueva Zelanda) el 2 de abril de 1891. Posiblemente no sea esta la primera noticia que exista, ya que el cronista hace una referencia a “The Field”, pero lo que nadie podrá negar es que esta información se publicaba al otro lado del mundo, y además, y lo más importante, es la primera conocida hasta ahora. Se habla, desde las antípodas, del football en España, en 1891, y se cita una ciudad: Sevilla.
“El fútbol lleva algunos años formando parte de los festejos de Navidad en Sevilla”
Esta noticia nos llena de orgullo a los que llevamos un tiempo buscando noticias sobre el football sevillano del siglo XIX. Desde Almirante Apodaca a la National Liybrary de Nueva Zelanda, todo está escrito, sólo hay que tener la suerte de irlo encontrando.
No quedó ahí nuestra sorpresa, ya que el mismo artículo nos reconfirma otro hecho que teníamos como certeza, la existencia del club
“en Sevilla, y el club”
Además, levanta una carta que siempre había estado sobre el tapete, bocabajo, y aunque sospechábamos de la importancia del personaje, no lo habíamos acabado de ubicar convenientemente:
bajo la presidencia del genial Viceconsul Mr. E.F. Johnston,
está en un floreciente estado.”
El Sevilla Football Club tenía un Presidente y no era otro que el “señor Johnson” (hasta ahora lo conocíamos con y sin la “t”), el Vicecónsul que presidió aquella primera partida. Sobre Edward Farquharson Johnston tenemos ya mucho que contar...
Más detalles nos deja este documento que iremos desmenuzando, entre ellos nos cita a nuestro “eterno amigo-rival” de aquellas primeras partidas, dejándonos también una fecha (rectificando nuestros datos, pero que encaja perfectamente):
“El sábado 27 de diciembre, el partido con Huelva”
Sabrosas anécdotas que otros días comentaremos, como la de ¿Pepita Niño? y sus amigas:
“lo único censurable fue la actitud de las señoras españolas, más preocupadas de las piernas y el comportamiento de los jugadores que del juego.”
O la de este otro señor que, probablemente, mejor hubiera sido que siguiera dedicado a la maquinaria
“En cuanto a Geddes, de Sevilla, merece una mención especial por el dudoso honor de ser peligroso por igual con sus compañeros que con sus enemigos.”
Afortunadamente dejó las máquinas a un lado y se fue a pasar un buen rato con sus amigos, ya que
“La concurrencia no tenía derecho a quejarse por la diversión que se les brinda...”
Desde el siglo XIX ya sonaría por Sevilla aquello del “Diviértete con nosotros...” y dio la vuelta al mundo.
lunes, 13 de septiembre de 2010
A 20.000 kilómetros de Tablada
Otago es una región de Nueva Zelanda situada en la parte sureste de la Isla Sur. Posee un área de aproximadamente 32.000 km², lo que la convierte en la segunda mayor región del país. Tiene una población cercana a los 200.000 habitantes.

Los pingüinos son unos bellos animales que no conocemos cerca del Guadalquivir, pero que se encuentran muy a gusto en esta región del hemisferio Sur.
El nombre Otago proviene de la versión inglesa de la palabra procedente del dialecto maorí Kai Tahu, "Otakou". La villa de Otakou, en la Península Otago, fue una base ballenera durante los primeros años del asentamiento de europeos en la costa este de Murihiku alrededor de 1840.

La primera universidad de Nueva Zelanda, la Universidad de Otago, se fundó en 1869.
Las principal ciudad es Dunedin, si alguien decide ir en tren, como harían aquellos footballistas del siglo XIX, caso improbable dado los casi 20.000 kilómetros y millones de metros cúbicos de agua que nos separan, se encontrará con esta estación:
El área Central Otago produce vinos de excelente calidad, hechos con variedades como Pinot Noir, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Merlot, y Riesling.
Parece que nos estamos enrollando más de la cuenta en la introducción, que nos hemos pasado “tres pueblos”, pero el camino es largo...
En lo que a nosotros nos puede afectar diremos que en el siglo XIX era una importante colonia inglesa, con periódicos propios, como “The Otago Witness”, editado en la citada Dunedin.

Todo esto venía, por algo, ¡ah! a lo que vamos, que andábamos buscando testigos para nuestras afirmaciones...
Como sabéis, mientras los investigadores de la tele intentan averiguar el culpable de algo utilizando las más futuristas técnicas forenses o sus poderes mentales para demostrarnos que no hay malo que no reciba su merecido, o que no hay un crimen perfecto, nosotros nos pasamos las horas en otras cadenas. Las nuestras son cadenas locas de búsqueda en Google o machacando hemerotecas con los nuevos ratones digitales de biblioteca. Las más de las veces, sólo echamos un buen rato y aprendemos algunas cosas de “cultura general” que nunca vienen mal.
Pero un día, aparecen los duendes y entramos en una página escrita en maorí, al otro lado del mundo, y te encuentras con esto (está en inglés y es muy largo):
En donde la parte que nos interesa de lo que dice nuestro testigo de Otago es esto:
Ahora lo ampliaremos un poco, no se pongan nerviosos.
Los emailes empiezan a echar humo, incluso suena el móvil (instrumento no utilizado mientras se investiga y sólo utilizado para quedar a tomar café o cerveza, según convenga).
Nuestro ratón escarbaba y le daba en el hocico que había dado con algo: “Aquí parece que hay algo gordo”.
Hemos topado con una mina virgen y la veta parece que contiene material abundante...
Parece que nos quiere decir que había un genial presidente y que se llamaba Mr. E. F. Johnston...
¿Presidente de un Club en Sevilla en 1891? Y ese artículo va de football...
Un testigo en Otago, a 20.000 km de distancia...
No hay crimen perfecto.
(Continuará, no se pierdan el próximo episodio: “Será noticia para muchos”)
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Álvarez, ¿un clon de Jiménez?
